Para ponerse a tono con la temporada, una historia de vampiros de 1976. No se consigna el nombre del autor, pero por el estilo ("-Puedo interrumpir, señor? -Ya está usted adentro. Qué sucede?") y la cantidad de información que se incluye, me hace pensar que fue Gonzalo Martré. El número anterior estuvo firmado por Gerardo de la Torre titulado "Los secadores de cerebros" y trataba de algo similar: picaduras de vampiros.
El abate Calmet |
Todo comienza con una misteriosa picadura sufrida por Sagitario, la cual daría pie a una conversación de la bella ayudante de Fantomas con su jefe, saliendo a relucir que en Yugoslavia la gente estaba muriendo por una plaga de vampiros. La información, publicada por el periódico Galaxie 33, mencionaba una antigua publicación llamada Le Mercure Galant, del siglo XVII, la cual hacía referencia a su vez a los trabajos de investigación del abate francés Augustin Calmet sobre vampirismo.
-Cree usted en los vampiros sobrenaturales?
-Una vez me enfrenté con una familia entera de ellos que querían hacerme de los suyos.
En la frase anterior Fantomas se refería al capítulo El horripilante conde Gorcha, una aventura espeluznante publicada en 1973 en la que tuvo que matar una familia de vampiros clavándoles estacas en el corazón. Gulp!
Fantomas disfrazado como el Dr. Gradiz consigue ayuda de la guapa Dra. Nadja Cravic, en Yugoslavia. Por Víctor Cruz |
Mi agradecimiento a Vampirella, del CRG, quien digitalizó la versión del ejemplar que les comparto en este espacio.
Hasta la próxima!
-Luis Van
Título: El virus macrovampírico
No.: 2-263
Serie: Aguila Fecha de publicación: 13 de mayo de 1975 Dibujo: Víctor Cruz
Argumento: Sin datos
Digitalizada por: Vampirella
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Gracias Luis Van y Vampirella, un numero clavado para semana de Halloween, no se porque la parte final de la historia me recuerda a esos finales que habia en la revista DUDA que te dejan un poco intranquilo.
ResponderBorrarPor cierto que el Profesor Semo debe ser al arma secreta de Fantomas contra guerras bacteriologicas.
Recuerdo la revista DUDA! Los finales no me gustaban. Sólo dejaban incógnitas, como su título, je, je.
ResponderBorrarQué hubiera sido de Fantomas sin el profesor Semo?
Saludos y gracias por tu visita.
-Luis van
¡ Hola Luis Van ! No estoy seguro al 100 % sino me parece que hay un poco de confusión en esta aventura de Fantomas a propósito del «Mercure galant» y a propósito de Augustin Calmet y que repites, a pesar de ti, datos erróneos en tu presentación. De hecho, para lo que pude verificar, los artículos publicados en los números de 1693 y de 1694 del «Mercure galant» (artículos que tratan sobre los «stryges» de Rusia, un tipo de vampiro) son firmados por Jacques Comier y un cierto Mr Marignier y que Augustin Calmet no publicó nada (salvo prueba en contrario) en esta revista (es citado en cambio por lo menos una vez en el número de enero de 1748, pero únicamente respecto a su participación a una «adaptación en lengua vulgar» de la Biblia).
ResponderBorrarEn cuanto al tratado de Augustin Calmet justamente («Dissertation sur les apparitions des anges, des démons et des esprits et sur les revenants et vampires de Hongrie, de Bohême, de Moravie et de Silésie») ha sido publicado sólo en 1746 (¡ pues 50 años más tarde !). Y si efectivamente repite los artículos precitados del «Mercure galant» (los de 1693 y 1694), es para criticarlos. Calmet consideraba en efecto que el vampirismo era una superchería. Y, aunque su tratado ha sido ciertamente interpretado mal (ha sido utilizado por Collin de Plancy para la redacción de su «Diccionario infernal», por Le Fanu para crear a su «Carmilla» o por Bram Stoker para crear a su «Drácula»), quería, escribiéndolo, desengañar esta leyenda de los vampiros, basándose en sus principios católicos. Dudo pues seriamente que Fantomas jamás hubiera encontrado nada que concierna a Calmet en los números del «Mercure galant» que hojee, en la página 18... En todo caso estos errores no estropean el placer de leer este episodio inquietante de Fantomas.
¡ Gracias y saludos !
Interesante lo que comentas, Steph! No tuve oportunidad de verificar las ediciones mencionadas de la revista, así que sólo me limité a verificar la existencia de la misma -la cual continúa publicándose hasta nuestros días- y a buscar la biografía del Abate Calmet. Dí por hecho lo que afirmó el autor de la historia, pero no contaban con que un cuidadoso lector de Suiza encontraría errores, je, je.
ResponderBorrarTendré que cambiar el post. Por cierto, me extrañaba que un monje católico sostuviera la existencia de vampiros, porque se sabe que son una ficción, así que lo que comentas me resulta perfectamente razonable. De esta forma, el Abate en realidad escribiría en contra de las historias de vampirismo y más bien lo utilizaron como referencia para otras obras de ficción.
Gracias por tu colaboración, y nos seguimos leyendo!
-Luis Van