Fanfic: Hora de regresar

Un fanfic de FANTOMAS
Por Carlos Torres

CAPITULO 1 - ENCUENTRO DE CONSTELACIONES

"No, este no es el principio de un nuevo capítulo en mi vida, ¡es el comienzo de un nuevo libro! El primer libro está ya cerrado, finalizado y tirado a los mares, este nuevo libro está acabado de abrir, ¡acaba de comenzar! Mira, ¡es la primera página!  ¡Y es bella!"
― C. JoyBell C.

***

El BMW negro modelo 2014 se movía lentamente en la estrecha carretera.  Su ocupante miraba con aprobación los preciosos arbustos de flores que adornaban ambos lados del camino.  No tardó en encontrarse con una inmensa pared con una puerta de metal que fácilmente debería tener al menos 4 metros de altura. 

La puerta del coche se abrió y su ocupante habló calmadamente.

"Solo luego de un desastre podemos ser resucitados"

Luego de enunciar la cita de Palahniulk la puerta de metal comenzó a abrirse, lenta pero seguramente. El chillido denotaba que hacía tiempo que no era usada. Darle mantenimiento a la puerta, una tarea más para la lista, pensó. 

Minutos después estacionó el auto justo al lado de un Porsche 911 amarillo.  Habían varios autos en el estacionamiento, un Ferrari (rojo, por supuesto) dos Lamborghini, un Maserati, en fin, los más lujosos y costosos de la industria automotriz europea. 

La recién llegada persona se dirigió rápidamente a la mansión que era de un estilo futurista al momento de su construcción.  Su corazón palpitaba velozmente ante la emoción causada por la larga ausencia.

En la sala habían varias chicas, todas de diferentes nacionalidades como sabía, las conocía muy bien.  Todas jóvenes hermosas, con trajes de baño de una pieza en latex de diversos colores y con profundos escotes que dejaban poco a la imaginación.  Cada una de ellas tenía en su cinturón un emblema con diferentes símbolos del zodíaco.

La persona recién llegada estaba sorprendida.

“No puedo creer que se pusieran esos viejos trajes.”

“Todavía me veo muy bien en mi uniforme,¿verdad?”  dijo una española pelinegra con el símbolo zodiacal de Leo en su cintura.  Las otras chicas asentían con la mirada mientras esperaban la respuesta del ser que acababan de ver después de tanto tiempo.

La persona recién llegada no pudo más que sonreir. Todas las chicas habían tenido la misma idea. Sonreía a plenitud y tenía razones para hacerlo.  Mientras tanto las chicas estaban tomándose fotos con sus teléfonos móviles y miraban hacia la nueva persona. Había que complacer al público pensó. 

“Aguántame el abrigo  “Acuario”” le dijo a una pelinegra a su lado.  Las chicas hacían ooohhh y ahhh al verla.  Frente a ellas estaba una hermosa joven que no debería tener más de 23 años de edad.  Su traje de latex color violeta la cubría desde la punta de sus puntiagudas botas hasta su cuello, con un escote en forma de diamante.  La genética había sido buena con ella, sus pechos eran generosos, su cintura era de avispa y sus muslos y caderas estaban bien torneadas sin caer en lo exagerado.  Su tez era blanca, su pelo era bien corto y color marrón, con tres filamentos en forma de olas sobre su frente.  El nombre que usaba antes no importaba ya, se llamaba Piscis y estaba en casa, en su refugio.

En otro salón del Refugio otra persona observaba en un monitor lo que sucedía en el vestíbulo. Sobre el escritorio un gato anaranjado jugaba con un enorme diamante.  Una leve sonrisa se dibujó en su rostro.

“Poco a poco están llegando todas. ¿Verdad que son hermosas Yago?”

“Tú siempre tienes buen gusto para las chicas mi amito,” pensó el felino, mirando al monitor.

El hombre se quitó el pantalón negro y la camisilla anaranjada, para usar un elegante conjunto de etiqueta, con pantalón y chaqueta azules y camisa blanca.  Se paró frente a un espejo y procedió a anudarse el lazo rojo color sangre sobre su cuello.

“Después de tanto tiempo si voy a volver a trabajar debo hacer honor a mi nombre de la Amenaza Elegante,” dijo en voz alta.

Yago lo miraba de vez en cuando, interesado mas por el diamante que por el personaje que le acompañaba.

El espejo de su oficina reflejaba una cara que muy pocos conocían, ni siquiera su dueño.  Una máscara blanca estaba al lado del diamante y el hombre procedió a colocársela sobre esa cara extraña.  Este era un rostro que el hombre y sus ayudantes conocían muy bien.  Una cara que había sido el terror de los millonarios inescrupulosos, el némesis de las fuerzas policíacas de 134 países alrededor del mundo.  Su nombre era Fantomas y muchos lo habían dado por muerto después de tantos años.

El ladrón tomó en su diestra el bastón.  Tenía una cita cerca de los Campos Eliseos.  Solo una vuelta para tomar notas de los alrededores del banco de Francia junto a Piscis.   Luego la llevaría al restaurante de Jacques, su padre había sido su agente y era bueno reiniciar esos antiguos contactos.  Y la cocina de Jacques era aclamada alrededor del mundo, al menos eso había leído.

Como se sorprenderían muchos de sus enemigos si supieran de su retorno. En el pasado le habían llamado el héroe más audaz del siglo XX, el siglo XXI no sabe lo que le espera.  Ya Virgo tenía sus instrucciones y colocaría esta noche en YouTube un video en el cual anunciara su retorno y su próximo trabajo.

“¿Te acuerdas Yago cuando antes tenía que intervenir todas las emisoras de televisión? ¡Que fastidio! Ahora es mucho más fácil, un video viral es más sencillo y económico.”

“Solo veo en YouTube los videos de gatas.”  pensó Yago mientras se acordaba de Lei Lei, la gata japonesa que había conocido durante su reciente visita a Tokyo.

Piscis llegó al salón donde se encontraba Fantomas y le dió su sombrero de copa alta, para luego proceder a ajustarle su lazo para que quedara perfecto.

“¿Todo listo señor Fantomas?”  preguntó Piscis.

Fantomas asintió. “Si Piscis. El tiempo de preparativos ha terminado.  Es hora de que el mundo conozca de mi regreso y tiemblen nuevamente ante mi nombre.  Quiero que sepan que estoy vivo y que me desquitaré uno a uno de los culpables de mi ausencia.”

Piscis no dijo nada, solo pensaba en las personas que habían perdido. Fantomas tomó una foto en sus manos.  Solo Yago pudo ver la lágrima que se deslizó sobre la blanca máscara.

Fantomas miró fijamente la foto mientras hablaba con la fuerza de alguien que cumpliría su meta a toda costa.


“¡Y a ti te lo prometo, que mi venganza será terrible!”


3 comentarios:

asanti dijo...

Buen argumento, digno de ser ilustrado por Rubén Lara Romero (Q.E.P.D.)
Gracias, Carlos Torres

Carlos Torres dijo...

Gracias Asanti! En el grupo de Facebook de MUNDO FANTOMAS estoy publicando mi nueva historia, IRA DE GERARD>

Anónimo dijo...

simplemente clasico, contemporaneo y excelente